Hola.
Me hiciste recordar que hace como treinta y del de años me regalaron un par de pichones de loro y me parecieron que eran lo más hermoso que me habían obsequiado. Papá, que era llanero, me enseño como alimentarlos con una jeringa, tal como lo explicas en tu publicación.
Después de un buen tiempo y cuando ya estaba bien grandes, los muérganos aprendieron abrir la jaula y un día me dejaron el plumero. Eran la alegría de la casa.
Me encanto tu publicación.
Cariños desde este lado del planeta.
Hola amigo @germanandradeg, gusto leer de nuevo tus comentarios. Qué lastima lo que te sucedió. A pesar de tantos años aún los recuerdas con ese cariño. 🤗😊 . Un abrazo desde éste lado del planeta, 😊🤣, mil gracias!😘🙏