Sí, querida amiga, solemos hacer precisamente eso. Pensar que, éramos felices. En todo caso, es parte de nuestro recorrido (crecimiento personal) por este hermosísimo planeta. Solía recordar esos momentos que el tiempo dejó atrás... fueron hermosos, fueron en libertad. La misma libertad que atesoro con bravura para no dejarla jamás. Nuestra infancia es un tesoro que no perderemos, siempre y cuando, la recordemos y guardemos dentro de cada uno de nosotros.
Otro gran y fraterno abrazo, querida amiga.