Recuerdo que cuando estudiaba, sudaba y me esforzaba por obtener buenas calificaciones en una competencia desbalanceada (porque los profesores decían que sus estudiantes nunca podrían obtener la máxima calificación, porque simplemente el 1er punto lo tenía el autor del libro, el 2do punto lo tenían ellos por ser los profesores y sólo podíamos optar por obtener el resto), como comprenderás habia mucha frustración en esto pero aún así estudiabamos para dar la talla, para aprender y no ser menos que nadie (porque de paso nunca eras digno del respeto de un profesor).
Ahora la situación es otra, ahora soy yo la profesora y con mucha tristeza veo una cantidad grande de estudiantes que pretenden merecer la nota por asistir a clases, por firmar una hoja de asistencia y por simplemente estar, no hay ansias de aprender, no hay reto individual, solamente importa la nota sin importar los medios y eso es la antítesis de lo que yo viví. Normalmente esta clase de estudiantes nacieron en los 80 o los 90 (justamente en los años en que nosotros estabamos sudando la gota gorda y esforzandonos hasta más no poder).
Bien por ti @anomadsoul que has internalizado ganar lo que deseas y disfrutar la victoria de obtenerlo, es una de las mejores formas de valorar lo que se tiene
Qué triste que tuvieras profesores así... yo tuve uno que otro igual, pero de ésos ni el nombre recuerdo.
Las impresiones que quearon fijadas en mi cerebro fueron:
La nueva generación es la del "castigo físico es abuso de menores", "disciplina positiva" y "todo lo puedes lograr si pones la mente en ello". No es fácil pero siempre los alumnos han sido de una generación distinta al docente no? He ahí el meollo del asunto de llegar a ser realmente buen maestro.
Total y absolutamente de acuerdo contigo. Te puedo decir que los resultados arrojados en mi generación están:
Yo por mi parte soy de las que disfruta ver las distintas soluciones que ofrecen los estudiantes y la que está clara que docente no es quien tenga mejor curriculum sino el que sepa transmitir sus conocimientos sin reservas.
Me encantó tu comentario...Gracias por escribir