Opino que las preocupaciones no nos dejan en paz, tener una vida placentera y por ello ser el YO que uno es. La clave de este éxito tan lejano son las obligaciones que esta sociedad nos a sometido: hipotecas por adquisiciones milagrosas por inmuebles que no lo valen, vehículos de alta gama que al 5º año bajan su precio a la mitad y engañosa vida llena de salidas a gastar sin descanso con cargo a la tarjeta... Todo esto cambiaría si cambiamos el chip, siendo más humildes y mirando hacia atrás a esos seres tan entrañables como son nuestros abuelos y padres, escucharles más para saber su receta pasada y hablar menos nosotros de sabiduría sin realmente conocerla.
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