Convendrá al lector leer de Leopoldo Alas "Clarín" el cuento "El frío del Papa".
I
¿Quién
en la distancia
podría brindar
lumbre?
¿Quién podría
como Jesús en el pesebre
darle calor al que no cree?
O no quiere ya creer.
¿Qué religión?
¿Con cuál doctrina?
¿Cuáles reyes magos?
¿Podrán calentarlo?
Por más gruesas y calentitas
que sean sus mantas.
¿Quién en la distancia
podría
ofrecerme calor
en este frío?
II
En la noche
De mi edad
Me tropiezo contigo
-Viejo anciano-
Cubierto de hojas
en medio de este bosque
apareces a ofrecer cobijo
Pero tu báculo es
Espada que corta
Palabra que desgarra
Juicio que atenaza
Mirada que corroe
III
No alcanzan
las palabras
las miradas
los abrazos
tu ternura
Para vencer el desánimo
En esta noche
De tanto frío.
No alcanzan
Las capas de los reyes magos
El calor del pesebre
Y el viejo anciano
que quizo arroparme en el bosque
No sabiendo
Que había muerto el mismo
de frío
Hace muchos años
Y que su cuerpo yace cubierto de hojas
En esta profunda y oscura noche de mi edad
Maravilloso. Me hiciste leer El frio del Papa, no conocía al autor. Me gustó.
No alcanzan las palabras, no hay manto de reyes que devuelva el calor al cuerpo gélido de la iglesia.
Quiero leer la segunda parte como una venganza. Decido ver en el cuerpo del viejo cubierto de hojas el cuerpo del agresor que recibió lo que merecía.
Agradecido por tu comentario @hlezama! Sin duda apuntas un conjunto enorme de realidades en torno a la iglesia. En principio se dice que el cuento de Clarín apunta al terror de la iglesia frente a la consolidación de la ciencia. Hoy día después de las atrocidades del clero contra los niños y luego de la forma en cómo ella ha manejado los múltiples casos incluso de los confesos, como muy bien apuntas con tu frase final, queda completamente claro que existe el mal -entre otras cosas- porque existe la iglesia: Y no se merecen ni siquiera tu pregunta retórica.
Thanks sir for support..
You are welcome!
¡Muy buen poema, @chretien! Me gustó esa voz-conciencia que formula sus dudas ante la fe, sobre todo ante la posibilidad de alcanzar algún abrigo, refugio existencial en ella. La imagen del frío es muy rica, apoyada tanto en el Cuento de "Clarín", con el que intertextualizas, y con tu impresionante e imponente foto, ese "pontífice" invadido por la hiedra, como lo hiciera el frío.
No creo que ninguna religión constituida pueda dar respuesta a las dudas radicales de la vida. Sin embargo, pienso que el ser humano necesita apoyarse en algo, en medio de tanto desamparo. Recordé la querida nivola de Unamuno, San Manuel Bueno, mártir.
Un abrazo.
Gracias por tu comentario @josemalavem! Sin duda una de las cosas que quería expresar en esa imposibilidad!