Gracias por compartir tu pesimismo realista. En serio, es bien recibido aquí.
Aunque no estoy de acuerdo con todo, tu análisis y desahogo de tu descontento con todo este charco humano actual me han parecido muy genuninos.
Sobre el amor sé muy poco. Lo que más aprendí hace años lo aprendí de "El arte de amar", de Erich Fromm, y aún tras asimilar esa obra, siempre lo vi como algo distante, justamente, como lo describís, como una idea anacrónica que nos ha quedado fosilizada con la forma de lo que fue en otras épocas, en otras culturas, en otras estructuras sociales.
Justo hoy vi el último episodio de Midnight Gospel, y me reencontré con este tema del amor, pero narrado desde otra filosofía que desconocía. No sé si tendrá nombre, pero según entendí esas ideas salen de la espiritualidad oriental. Lo que dijeron al final es que el amor es la verdad absoluta que surge cuando bajás las barreras del ego (ese ego que Freud descubrió), cuando te hacés presente, soltando pasado y futuro, cuando te soltás de las orillas del flujo constante de la realidad y sólo fluís. Es entonces cuando tu ego se desvanece y cede el paso al amor, que sería como percibir nuestra conexión infinita con toda la realidad, con otros humanos y no-humanos; ver que ni siquiera existe un yo, pero no toparnos con un vacío nihilista nitzchiano ni toparnos con un inconsciente tenebroso freudiano.
O mas o menos eso fue lo que entendí. Tendré que poner a prueba eso de hacerse presente y ver si encuentro todo eso que describieron.
Creo que el post-estructuralismo sí evaporó ese amor fosilizado que heredamos de tiempos perdidos. Pero al mismo tiempo nos ha dado la oportunidad de volverlo a descubrir. Eso, claro, en nuestra cultura occidental/latina/agringada. En definitiva esto no es cierto en todas las culturas del mundo. Sería genial conocer a algún oriental para que nos cuente como ha vivido ese desvanecimiento del amor de tiempos perdidos, si es que en esas culturas y su historia siquiera hubo tal desvanecimiento.
Agradecido por tu punto de vista, es como la otra cara de la moneda, como aferrarnos a la posibilidad cierta de no mandar a toda la humanidad por el retrete. Byung-Chul Han es un filósofo de Corea del Sur pero tiene la mirada germana del mundo. El Asia, a medida que se occidentaliza , pierde esos valores ancestrales que gracias al budismo, taoismo o confusionismo moldearon esas sociedades que no tienen como base el dolor, el pecado, y un Dios que se sacrificó por ellos y todos esos lastres del cristianismo. Japón, es el que ofrece mayor resistencia en la transculturización, pero la India, Corea el Sur, Vietnam, Camboya y hasta Rusia, se han entregado al aquelarre occidentalista. Especialmente Corea del Sur que tiene como meta, formar parte de las naciones culturalmente influyente en el mundo y por eso el K-pop o ganándose el oscar con Parásitos después de un lobby multimillonario. China es otra cosa y el chino tiene una mirada del mundo, quizás para el occidente, un poco tenebrosa.
Los asiaticos siempre nos han llevado pasos adelante en materia de sexualidad, cuando aquí las mujeres occidentales hacían el amor con vestidos y mucho pudor, ya los orientales habían escrito el Kama Sutra y los templos eran decorados con las más exquisitas aberraciones. Los Chinos son más del mil millones porque saben divertirse y reproducirse.
Hay un equilibrio del Yin y el Yan en esas sociedades donde los roles sociales, amorosos y sexuales tienen que ver con el equilibrio. La mujer es igual que el hombre, tienen las mismas posibilidades de surgir económicamente, pero camina respetuosamente detrás de su marido, sin sumisión. el equilibrio es estético pero también es ético...
bueno me gustó tanto tu intervención que abusé de la respuesta. Ahora te sigo, me gusta la gente inteligente!!!!