“La fotografía es el arte de la observación. Se trata de encontrar algo interesante en un lugar ordinario. Me he dado cuenta de que tiene poco que ver con las cosas que ves y mucho con cómo las ves”
Motivados por el cofre lleno de joyas que la esencia humana nos permite, acostumbramos a tejer sueños con imposibles, es así como a veces nos convertimos en siluetas confusas que se pierden entre las multitudes y nos trastocamos con nuestra propia sombra hasta llegar al olvido de los que amamos y dejamos atrás, cuando somos el retrato que otros refractan desde su corazón. Las ciudades mutan, las piedras se derrumban o se cambian por otras estructuras, y aquellos escenarios que creíamos conocer sufren una metamorfosis, nuestros pensamientos son ya una imagen del mundo, ya una producción de nuestro espíritu, ya una consecuencia de nuestra voluntad desplegada. Cuando somos una imagen del mundo, pintamos la verdad. Si son una simple producción de nuestro espíritu, pintamos algo también que, en ocasiones no reconocemos y nos sentimos como personajes en una obra equivocada.
Los viajes pasados que va dejando la estela de la vida misma, se convierten en recuerdos y estos a veces en surcos de lágrimas o ataques de melancolía y las fotografías que no cambian, engañan al tiempo cuando ha llegado la despedida de aquellos que amamos.
Y por supuesto, hay quienes creen que si se miran demasiado las fotografías sirven para invocar una presencia, como me decía mi tío Manuel Antonio cuando contemplábamos las fotos de mi padre siendo joven, igualándolo con mis facciones, porque él alegaba que, de los rostros disponen los genes que van moldeándose y perdiéndose a la vez, su singularidad igual que una prenda de ropa íntima atesorada por un amante cuando pierde el olor de quien la llevaba.
En una fotografía dejamos el testimonio vivo de un buscador de imposibles, de quien quiere robar amaneceres que no se van a repetir, el volar de un pájaro que nunca más volverá a pasar por el mismo horizonte, la mirada inocente que dejará de serlo. En una fotografía atamos el medio adecuado para agradecer el ahora, el mundo vivo de nuestros días, y eso lo aprendí de mi tío Manuel Antonio, para quien una fotografía colocada en la nevera, tenía un valioso significado, la convertía en un viaje a la remembranza del pasado, le daba vida ante la presencia de un espectador sensible, la recreaba con la gracia de hacer un imaginario con el sentimiento, y le recordaba que los momentos más felices no se repiten, por esa luz de la realidad con la cual creamos nuestro propio mundo privado.
Mi tío Manuel Antonio acostumbraba a repetir: “Estas fotografías siempre me dicen la verdad, son como una vela en una habitación a oscuras: la utilizamos para ver mejor, porque hay imágenes que estudian y cuestionan lo visible, otras que muestran y comunican ideas, y, por último, aquellos que se hacen de memoria para el ejemplo. Cada tipo habla en un tiempo verbal distinto, y nuestra imaginación responde con diferentes capacidades a cada uno de ellos.”
Siempre recordaré que, en la bitácora de esas imágenes obsequiadas por el azar, adornando la nevera, mi tío Manuel Antonio lograba magnificar y embellecer cualquier minúscula cosa existente, cualquier momento, lo humilde o tímido por simple que fuera, despertaba otra visión, contaba una historia y por qué no, lograba incluso invitar a reflexiones poéticas y levantar el vuelo de nuestra propia inspiración.
“Las limitaciones de la fotografía están en uno mismo, pues lo que vemos es lo que somos. Si la belleza no estuviera en nosotros, ¿cómo podríamos reconocerla?”
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Me encantó tu reflexión. Tu tío, Manuel Antonio, debe ser un gran tipo.
A veces las fotos nos recuerdan un pasado y nos hacen mantenernos en el pasado, añorando tiempos que no volveran o recuerdos de personas o lugares que ya no deseas en tu vida. Me gusta mas el futuro, lo nuevo.
Pero tambien, es importante no olvidar el pasado para no repetirlo. Deberías escribir para @freewritehouse o usar la etiqueta #freewrite. Escribes muy bien.
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I loved your reflection. Your uncle, Manuel Antonio, must be a great guy.
Sometimes photos remind us of a forgotten past and make us stay in the past, missing times that will not return or memories of people or places you no longer want in your life. I like more the future, the new.
But also, it is important not to forget the past so as not to repeat it. You should write for @freewritehouse or use the #freewrite tag. You write very well.
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