Pero al menos, lo visitaste.
Me refiero aquellos lugares que nunca verán los capitalinos que no valoran el país.
Porque bien sabido es que el provinciano adora su patria y es más dado a recorrerla.
Agradecido de las atenciones recibidas por tus paisanos, me despido con la firme convicción de volver.
Argentina es un regalo del cielo.
Abrazos.