En el cielo, todo brilla maravilloso, lleno de resplandeciente ojos de neón, en el cielo, dicen no hay llanto. Pero a bajo, es otro canto, en el cielo, deseado encuentro, personaje amado y funesto, partiste a tu descanso eterno, alejado de todos, sabor amargo de tu silencio. Tu arlequín de par de tragos, recuerdos inmensos marcados, mira de allá arriba lo sembrado y guía a los errados, ejemplo en vida, la regla con la que me midan, corazón que ilumina, senderos oscuros en esta vía. Cruz pesada cargaste, enorme herida llevaste, nunca se le escuchó quejarse, por ello, tus zapatos quedan grande a todo quien hoce llevarle, hombre sobre todos, honor llevar tu sangre, gran dicha de conocer un verdadero ángel.