Mis estimados:
¡Sean bienvenidos una vez más a mi blog, es un placer saludarles nuevamente!
¿Saben una cosa? He dado muchas vueltas en torno a si hacer o no hacer este post… y es que me da un tanto de pena admitir que yo literalmente amo a la Coca-Cola, porque vamos, seamos sinceros, los refrescos están asociados al sobrepeso, y si hay algo de lo que siempre me he quejado es del sobrepeso.
Los refrescos en su gran mayoría me dan igual, pero con la Coca-Cola me ocurre algo especial, es una especie de adicción y es que ni en mi más estrictas dietas he dejado esta bebida, no me mal interpreten, tampoco es que la consumo a diario, pero sí la tomo al menos una vez al mes. Hace ya algún tiempo, decidí dejarme de tonterías y aceptar que este refresco era mi adicción, y como desde entonces ando en busca del equilibrio dije “O.K. sí aceptaré que es mi refresco favorito y no me restringiré de ocasionalmente beber un poco”, así que en reuniones, cumpleaños y ese tipo de eventos me permito un poco, de igual manera un fin de semana por mes acompaño mis películas con esta bebida.
Sé que si algún experto en nutrición me está leyendo, simplemente le parecerá incoherente lo que digo. Sin embargo sé que algún día dejaré este mal hábito, pero ahora no es el momento. Quizá el hecho de hacer este post, me ayude de alguna forma a tener la suficiente fuerza de voluntad y dejar de una vez por todas, esta bebida.
Ahora le contaré el porqué de mi adicción:
3 razones por las que amo a la Coca-Cola
1. Con Coca-Cola todo es más sabroso
No sé si les ha pasado, pero había días en los que llegaba de la universidad muy temprano por cualquier eventualidad, esos días extrañamente llegaba más cansada que cuando llegaba súper tarde, en esos días me tocaba hacer almuerzo, y como una floja total que soy me daba pereza, así que hacía cualquier cosa, como una pasta con queso, un sándwich de atún, una ensalada de pollo, o algo simple. Sin embargo, este tipo de comidas acompañadas de un vaso de Coca-Cola me parecían deliciosas. Si algo me molesta en la vida es comer brócoli, pero hasta eso, acompañado de un vaso de Coca-Cola se me hace pasable.
2. Me da energía
Sí, para mí la Coca-Cola funciona como energizante… cuando la tomo soy capaz de hacer horas de actividad física, me quita el sueño, realmente me activa. Aunque creo que es algo de familia, porque recuerdo que cuando estaba pequeña mi mamá se compraba una Coca-Cola de 2 litros y la tomaba durante todo el día mientras limpiaba y lavaba la ropa los sábados. Actualmente mi mamá no puede ingerir Coca-Cola luego de las 3 de la tarde porque le da insomnio, yo todavía no llego a ese extremo.
3. La Coca-Cola me hace feliz
Cuando bebo un vaso de Coca-Cola hay algo que me satisface, me llena de felicidad, es algo inexplicable… bueno, no tanto es el azúcar que contiene que me hace feliz, pero sí, la Coca-Cola puede ponerme alegre de un momento a otro. Además quita de inmediato mi dolor de cabeza, mucho mejor que cualquier analgésico.
Queridos lectores, sé que esta no es una entrada habitual, y quizá la tomen como algo banal… sin embargo, quise hacerla porque es parte de mi vida y quiero ver si admitiéndolo puedo corregir este hábito. Si tienen alguna sugerencia pueden dejarlo en los comentarios, sus letras siempre son bienvenidas.
¡Hola!, @lizdeluz. Me gusto mucho tu blog, es muy interesante y muy importante que compartas ese tipo de cosas con tu audiencia, ya que el primer paso para tratar una adicción es aceptar que tienes una adicción. Yo no tengo nada contra ningún refresco, pero si estoy consciente de que contienen mucha azúcar, así que intento no ingerirlos muy a menudo.