Es muy triste pero hasta cierto punto te entiendo, ¿cómo puede ser posible que no seamos capaces de comer algo que con tanto esfuerzo hemos comprado? Así me pasó un día que fui a comer helado con mi novio, me molestaba el hecho que los niños se colocaran a la entrada de la heladería para pedir que le compraras un helado ¡y claro que molesta! uno se esfuerza tanto en poder comprarse al menos un helado, luego de una semana dura un pequeño antojo.... ¡Y ni eso podemos disfrutar porque nos miran con hambre en los ojos!
Lamentablemente hemos caído mucho como sociedad, las personas en la calle ya no te miran como un humano sino como un objeto al que le pueden sacar provecho, y con toda razón, si no han comido, si los padres los usan para buscar comida, ¿cuántas noches no se han acostado con hambre? Pero tenemos que ser conscientes de nosotros mismos también, ¿qué podemos darles si apenas tenemos para comer nosotros?
Lo que creo que es mejor es dar lo que puedas, si tu corazón se sintió tan mal por no haber dado, entonces en vez de una empanada completa dale media, pero no a todos, sino al que creas más necesitado. Si nos pasamos la vida pensando en el hambre de los demás entonces jamás comeríamos. Es muy triste, y en verdad lamento esas pobres criaturas solas y desprotegidas sin un calor en el hogar, sin poder ir al colegio, sin poder comer al menos una simple galleta. Por eso, lo importante es mejorar nosotros y dar lo mejor, si damos el ejemplo entonces otra persona podría darle otra mitad de su empanada y ese niño o esa mujer podrán dormir mejor esa noche. No podremos ser héroes, pero un granito de arena puede cambiar el peso de una balanza.
Espero que en Venezuela todos comencemos a dar aquel granito de arena para que podamos salir de este abismo sin fondo.
Totalmente, desde ese día me siento una persona distinta y realmente espero poder ayudar a quien pueda tanto como mi situación me lo permita. Muchas gracias por tomarte el tiempo de leerme!