ALIMENTACIÓN PARA LA MEMORIA
Hay una estrecha relación entre la alimentación y las prestaciones del cerebro. Para favorecer la actividad de las neuronas, las células cerebrales, la alimentación debe ser equilibrada y estar compuesto por: carbohidratos (pan, pasta, arroz y patatas) en el desayuno y en la comida; ácidos grasos poliinsaturados, presentes en las grasas de origen vegetal (aceite de oliva extravirgen, aceite de soja, frutos secos, semillas de linaza y pescado azul), importantes porque la membrana externa de las neuronas está compuesta por grasas de esta naturaleza, que le permiten permanecer suave (con el paso del tiempo, en efecto, se endurece). También es útil tomar vitamina C y E cada día, presentes en las hortalizas crudas y en la fruta fresca, ya que ralentizan el proceso de envejecimiento.
ADELGAZAMIENTO ARMONIOSO
Cuando se sigue una dieta a veces se adelgaza sobre todo de cintura para arriba, porque por una causa hormonal las células superiores salen más rápidamente en ayuda de la lipólisis (la disolución de las grasas) respecto de las otras células. En cambio, si con la dieta se combinan terapias localizadas, como por ejemplo la mesoterapia (infiltraciones de sustancias reductoras y estimulantes de la circulación), se consiguen resultados mejores. Lo ideal sería efectuar una sesión semanal durante 5 semanas y, quizás, potenciar el tratamiento uniéndolo a los ultrasonidos. También es importante no descuidar la actividad física. Para un adelgazamiento no traumático, que afecte sobre todo a la parte inferior del cuerpo, se aconsejan las actividades del tipo aeróbico que se efectúan en el agua, como el AQUAGYM o la natación (al menos dos veces a la semana). En un mes, siguiendo además una dieta de 1.500 calorías, deberías adelgazar 2-3 kilos y notar la pérdida de una talla en la parte inferior del cuerpo.
Sort: Trending