A nosotros, los venezolanos, nos han llenado de intrigas y preocupaciones. Y este póster describe el constante prejuicio en que vivimos, tales como "mañana no podré comer, pagar, hacer, enviar al muchacho a la escuela, etcétera". Cada día nos absorbe el pensamiento y hace sucumbir nuestra alma la permanente desmoralización que vivimos día a día. Sin embargo, tengo la confianza de que Dios cambiará nuestra situación, y, habremos superado y aprendido mucho para reconstruir nuestro país en tiempo récord.
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Soy Venezolana y paso por la misma situación todos los días, ya que cada uno de ellos la pregunta frecuente es ¿Qué vamos a desayunar, almorzar o cenar?. Estamos sufriendo un daño psicológico grave, ya tenemos cansancio mental, a veces pensamos que tenemos todas las puertas cerradas y como hace mención el post pensamos que los únicos que estamos mal somos nosotros pero en realidad somos muchos de los venezolanos los que andamos pasando por esta situación y nosotros mismos somos los que debemos analizar y actuar para cambiar o mejorar la situación por la cual atravesamos, siempre de la mano de Dios y con fe de que todo nos saldrá bien y por su puesto trabajando de manera honrada, recordemos que el que obra bien le va bien.
Saludos.