Fotografiar el dolor ajeno | Reflexiones

in #spanish7 years ago (edited)
Siempre que pienso en intentar hacer fotos documentales o registros de realidades consideradas adversas, o cuando veo fotos o fotoreportajes de eventos desgarradores, viene a mi una serie de preguntas:

¿Será que es justo para esas personas que se fotografíe esto?
¿Habrán estado de acuerdo con el registro fotográfico?
¿Habrán posado?
¿Querrían la presencia fotográfica?
¿La cámara forma parte del momento que se vive?


¿En cuál medida el texto acompañante a la fotografía guía mi interpretación?
¿Quiero publicar una fotografía y guiarla con mi interpretación?
¿El significado cambia dependiendo del encuadre que se decidió utilizar?

El fotoperiodismo se enfoca en el acontecimiento, en el suceso, en el instante real que pasa a ser fotográfico al capturarse, y se establece sobre la necesidad actual de registrar, de informar, de conocer. Pero así como las escenas de la vida cotidiana, algunas conmocionan, algunas se quedan, pero en tanto se vuelve más rutinario, se olvidan, se reubican en ese baúl de nuestra memoria destinado a lo naturalizado.

Así, nos acostumbramos a visualizar fotografías de protestas, de catástrofes, de personas con hambre, de fallecidos, y sólo recordamos, las que entre todas, sorprendieron más.
Y a sabiendas de esto, quién busca las fotografías
¿Se dedica a buscar la imagen más impactante?
¿Vale más la fotografía mientras el dolor del retratado es mayor?

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Sebastião Salgado

Se manejan situaciones como objeto de consumo visual, como pieza de exhibición, como producto mercantil: las fotografías se observan, impresionan, causan conmoción o contradicciones, generan exclamaciones, y se olvidan.

De esta manera, Sontag (2004: 42) advierte:

Pero las imágenes de lo repulsivo pueden también fascinar. Se sabe que no es la mera curiosidad lo que causa las retenciones del tráfico en una autopista cuando se pasa junto a un horrendo accidente de automóvil. También, para la mayoría, es el deseo de ver algo espeluznante (...). No todas las reacciones a estas imágenes están supervisadas por la razón y la conciencia.

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Sebastião Salgado

Cuando las protestas del 2017 iniciaron, al principio, los encargados de cubrirlas fueron los fotoreporteros de agencias, sobretodo internacionales, pero dentro del boom mediático en el que se vieron envueltas dichas protestas, una cantidad considerable de fotográfos profesionales, en formación y aficionados, se sumaron a las protestas también (ya que los medios nacionales no lo estaban haciendo por censura), exponiéndose, para buscar las fotos. Documentaban, muchos recibieron heridas, otros sustos. Pero llegaban a sus casas, editaban el lote del día, y se disponían a publicarlos en las redes sociales. En lo particular, me pareció admirable, pero llegó un punto en el que se podía distinguir a los fotográfos detrás de las fotos, según el estilo de edición, de composición, o simplemente por la marca de agua. Fue tan masivo el bombardeo de imágenes alusivas a las protestas de parte de tantas personas, que particularme me preguntaba por qué lo hacían:

¿Para apoyar una causa que consideran justa y dentro de la cual se identifican?
¿Por pertenecer a un grupo de documentalistas y fotoreporteros?
¿Para visibilizar y crear consciencia de lo que estaba sucediendo?
¿Para ganar prestigio y forjar una imagen personal?
¿Para crear un portafolio que permitiera conseguir futuros trabajos?
¿Por seguir una tendencia?

Dentro de todo este cuestionamiento, está claro que hay un sesgo moral, todo puede ser muy relativo, no quiero que sea una problemática moralista, sino que, más allá de si está bien o mal, ¿Por qué se hace? De hecho también me pregunto ¿Cuál es el problema en responder afirmativamente a las preguntas planteadas? También forma parte de la realidad percibida, de la mirada de quién fotografía.

En el rol de fotógrafos/as ¿Cómo se manipula la dignidad del retratado? Se acostumbra a estar detrás del lente, y se olvida que también se puede estar adelante de el, en ese caso ¿El/la que fotografía se sentiría cómodo/a siendo retratado en una condición vulnerable? ¿Querría ser retratado para tener registro o ser usado mediáticamente, o se opondría?
Finalmente considero que más allá de fotografiar un hecho como registro de lo que sucede, como humanos, también nos gusta ver lo que consideramos situaciones deplorables, y en esta época de globalización, se ha vuelto un tipo de imagen comercial más, que refleja concepciones respecto al dolor: se puede ignorar fácilmente, mientras no nos identifiquemos con ello.

Durante la redacción de este escrito, me encontré con que surgen demasiados puntos e interrogantes por abarcar, ¡demasiados! Por lo que traté de enfocarme en las interrogantes que más recurrentes para mi en este momento, para finalmente plantearme:

¿Puedo fotografiar el dolor ajeno (o lo que considero que lo es)?
¿Cuáles son mis límites entre la dignidad y la moral ajena?
¿Por qué quiero fotografiarlo?

Bibliografía
Sontag, Susan. (2004). Ante el dolor de los demás. Santillana Ediciones, Madrid.

¡Muchas gracias por leer!

Espero compartan conmigo sus opiniones respecto al tema.

Sort:  

Sofi, una parte de mi se alegra al leer tu post pues yo también me he cuestionado parte de tus interrogantes, sobre todo durante las protestas. En mi opinón me parece que en esa época muchos fotografos utilizaron la situación con fines publicitarios, para darse a conocer mas que para mostrar la verdad de lo ocurrido. Ojo, hubo propuestas muy interesante que si realizaban un muy buen documentalismo, cineastas que hicieron obras que en verdad invitaban a la reflexón, pero siempre esta la parte de la población que, con su viveza, busca sacarle provecho a todo, aunque esto algunas veces implique convertir la causa justa en una especie de faranduleo en el social media.

Diría que esto viene influenciado por el hecho de que fotógrafos como Donaldo Barros dieron su salto a la fama gracias a las fotos que realizó durante las protestas de 2014, por ello creo que como muchos fotografos venezolanos saben que a él le fue bien de esa forma, intentaron entonces aprovechar la segunda oleada de protestas de 2017 para obtener el mismo resultado. En parte lo entiendo, pero me parece que una fotografía sin una buena base no vale. Ojo, la fotos de donaldo son muy buenas y transmiten, pero no la de toooodos los fotografos fueron asi.

Tengo un caso en particular de un compañero de la universidad, el cual explotó a millón esta estrategia. Durante las protestas fue cuando empezó a sacar su cámara a la calle, empezó a colocar marca de agua en su fotos y se supo vender ganado mas de 3mil seguidores durante esa época. Para ser sincera, a mi no me gustaban sus fotos y me parecía que era mas mercadeo que otra cosa.

Entrar en mi feed de instragram y encontrarme con el bombardeo de fotos de las protestas me ahogaba, ya era suficiente con vivirlo todos los días para también llegar a casa y tener que seguir viendolo. No esta mal que documenten, pero cuando se vuelve una tendencia, una cochina moda que elaboras sin sentido solo por conseguir seguidores, pierde todo valor y lo que da es arrechera ver como hay artistas vacios, creando un contenido vacío, solo por una supuesta fama de seguidores. La mayoría de las veces no se abría un debate, todo eran comentarios con quejas, algunos explicaban el evento, otros ni eso, solo montaban la fotografía junto a la fecha en que fue tomada y listo. Vacío. El arte debe ser crítico, reflexivo, debe tener un transfondo, un mensaje que trastoque, que despierte las mentes y las llene de interrogantes, de propuestas y soluciones.


Ahora, con respecto a lo de cómo se debe sentir la persona que se encuentra sufriendo al ser fotografiada, pues en mi caso siempre he querido fotografiar personas en situación de calle, pero aun no sé cómo lidiar con la situación ya que, para ser sincera, me da dolor hacerlo. No quisiera que ellos se lo tomen a mal o algo. Es como que no quisiera que se sientieran heridos o se sintieran menos por ser fotografiados en el contexto en el cual se encuentran, ya que bueno, uno estaría documentando la peor situación de la vida de otra persona y no es facil para nadie mostrarse o ser visto en un estado de vulnerabilidad. Es alli cuando entramos en la disyuntiva.

Opino que se debe documentar lo realmente trágico y no solo porque se vea crudo, sino porque sintamos que realmente debe ser compartido para ayudar a trastocar al expertador que lo vea, que lo motive a contribuir, a sentir, a sensibilizarse con lo que ve. Es por ello que el fotografo también debe sentir y si es posible contribuir con ese ser que sufre. Somo artistas, no debemos crear sin sentir pues el arte va de transmitir sensaciones. Crear un mundo mas sensible y humano debe empezar por nosotros.

Wow! La verdad que dedique unos minutos a leer el post de @sophiakovalski y dedique otros minutos a esta respuesta, que con sus frases dieron justo en clavo a todo lo que el post me hizo pensar! Que sincronía tan excelente tener con otros personajes... Saludos!

Ah! Cómo olvidar a Donaldo!? Cómo ignorar todo lo que representa ese individuo!? Supongo en un mundo como el nuestro, ha de tener su mérito lograr todo lo que logró más allá de nuestras preferencias, y desacuerdos, respecto a dicho personaje. Es realmente risible que aún a día de hoy hayan "fotógrafos" subiendo fotos de protesta a sus perfiles de instagram, si antes era contenido vacío, ahora resulta vacío y caduco, pero claro, se refugian en la necesidad de no olvidar lo ocurrido. Me suena conocido tu usuario por cierto, saludos @cronosclocks.

Primero, ¡muchas gracias por tomarte el tiempo de escribir una respuesta tan larga! Lo aprecio mucho.
Así como muchos fotográfos, cineastas y artistas decidieron hacer algo al respecto como manera de involucrarse, drenar, apoyar, otros lo vieron como una oportunidad para auto-promocionarse, y eso no cambia mi admiración por quienes salieron a fotografiar y registrar todo eso, pero reforzó la visión de la viveza, del aprovechamiento de las situaciones, así los demás estén sufriendo.

A mi también me pasó eso, a veces utilizaba Instagram para saber qué estaba pasando o había pasado, pero llegó un punto en el que era asfixiante, todo lo que vivíamos -y vivimos- lo era, y conseguirse un montón de imágenes, muchas con ganas de informar, muchas con ganas de ganar fama y sin contextualizar, generando más tensión, sin contar los comentarios de todo tipo que uno veía -y ve.

Yo también he querido, y quisiera hacerlo en algún momento de mi vida, pero no sólo fotografiar, sino hablar con esas personas, poder contextualizar sus realidades y mostrarlas, precisamente por lo que dices, no sé cómo se deben sentir, y debe ser horrible que alguien venga y te fotografíe como si fueras un objeto, un material en exhibición. Podrá verse muy audaz cuando se ve la fotografía, pero ¿cómo se sentiría uno de ser el exhibido?

Y para hablar de Donaldo, qué interesante que tanto Oriana como Alejandro lo hayan nombraran. Estuve a punto de poner fotos de el en este post, pero realmente no quería que se viera como una crítica a su trabajo, a él lo admiro mucho como fotógrafo.
Recuerdo un conversatorio de él al que fui a principios del 2017, alguien le preguntó qué consejo daba a las personas que querían documentar las protestas y cómo era la experiencia. No se me olvida que dijo que también llegó un punto en el que tenían que cuidar a los chamos que se eataban uniendo a fotografiar, porque no se llevaban la mínima protección necesaria, también que a veces, los retratados (cuando sus vidas no corrían peligro inminente, o sí, y podían dedicar su atención a las cámaras) sobreactuaban debido a la presencia de los fotográfos, eso me pareció comprensible, pero de alguna manera, también me sorprendió.

Siendo uno de los fotógrafos que salió a documentar las protestas, puedo solo hablar por mi cuenta al admitir que aún no sé qué me motivó a hacerlo. Mi padre me preguntó un día cuando volví del hospital tras recibir un impacto de bomba en el rostro si ya había tenido suficiente, a lo cual contesté no; y me preguntaría sobre el final de las protestas por qué seguía saliendo y respondí con un vago porque necesito hacerlo. En ningún momento lo hice por fama o ambición o dinero, o por patriotismo o mi país- lo cual es quizás reprochable -, pero lo cierto es que dentro de mí existía una compulsión incontrolable por documentar aquellos hechos que estaban tomando lugar y capturar esa historia que se desenvolvía frente a mí.
Recuerdo durante el boom mediático se me comenzaron a aproximar muchachos pidiendo consejos sobre mi fotografía de protesta y mi respuesta era siempre ¿Por qué quieres fotografiar protestas?, basta con decir que no era lo que buscaban oír, pero me causaba ansiedad saber que habían personas allá afuera arriesgando sus vidas por likes, seguidores y estatus - y no solo fotógrafos.
Por mi parte, quizás estoy loco, pero aún no sé por qué salí, solo sé que volvería a hacerlo. Me encantó tu pieza Sophia, saludos.

Sabes que cuando escribía este post, pensaba que esperaba tu opinión. No sabia que habías documentado las protestas, y me parece muy genuino que lo hicieras porque lo necesitabas, hay personas que sólo sintieron o sienten ese impulso (además de volverse adictivo, verdad?) y creo que dice mucho de sí mismos, quizá es lo que sentías que podías y debías hacer, a veces uno se lo debe a sí mismo, y no a nadie más, aunque este tipo de fotografías (como resultado) considero que no es sólo para uno.
Qué bueno que preguntaras eso como respuesta, al menos intentar hacer ver a las personas por qué querrían hacerlo; no es asunto sencillo jugar con las imágenes de las demás personas mientras sufren o se enfrentan a quién sabe qué, y sumamente triste que lo hagan sólo por beneficio propio en una red social, aunque vuelvo a pensar también ¿cuál es el problema de querer hacer las cosas en benficio de uno mismo? Supongo que aquí interviene la empatia y nuevamente, la moral, no lo sé. ¡Muchas gracias por comentar! Me alegro te gustara, Ale. Saludos!

Recuerdo cuando terminaron las protestas muchos nos sentíamos un tanto vacíos, en efecto tras meses de estar en ello nos habíamos vuelto adictos, o al menos condicionado a ello. Por mi parte, opino que si, en este caso, eres capaz de arriesgar tu salud y bienestar buscando likes y seguidores, pues bien por ti, espero consigas lo que buscas, si bien no entiendo por qué valdría eso tanto riesgo; además todo trabajo que no parte de una motivación que vaya más allá de querer generar famita suele terminar ahogado en mediocridad.

Justo cuando empecé a ver documental en la universidad me hacía esas mismas preguntas, creo que me cuestionaba tanto que me costaba salir a hacer las fotografías. Pensaba: "¿y si la persona no quiere ser expuesta?" "¿es justo que fotografíe el dolor ajeno en vez de soltar la cámara y ayudar?". Sin embargo la respuesta, aunque como dices "no la queramos ver" está implícita en nuestro día a día: Si hay un accidente y alguien pasa por el suceso, que es lo segundo que hace luego de observar detenidamente el evento durante 5 minutos; fácil: tomará su celular y hará unas fotos.
Algo tiene de macabro y algo tiene de heroico, eso creo.

¿Estudias comunicación? Qué fino que veas documental, y sobretodo, que te hagas esas preguntas, a veces se toma la labor del fotógrafo o reportero gráfico como la de 'mostrar lo que sucede' y si bien es cierto que ver el registro de algo que está pasando es importante, a veces se objetiva demasiado a los retratados ¿cómo se le puede tomar fotos a una persona que esté sufriendo? Estas ahí para registrarlo, pero debe ser una carga psicológica muy fuerte. Pero luego de vuelve objeto de miradas y de olvido, y ya. Totalmente de acuerdo, tan heroico como macabro. ¡Gracias por comentar, Noelia!

Muy buen post, me pareció bastante interesante. Sería un desafío tratar de realizar un proyecto así en Venezuela.

¿Un proyecto de qué tipo? ¿No se ha venido haciendo ya? De verdad me gustaría entender a que te refieres, independientemente de lo que sea. No voy a atacar ni nada, solo curiosidad.

Yo tampoco entendi :( @hormigaobrera

Y usted, señor Silvio ¿qué piensa?

El fotoperiodismo me parece increíble, muchísimas veces necesario, pero ante distintas situaciones sí deja mucho que pensar y reflexionar. Muy buen post ¡Saludos!

¡Gracias! Sí genera ciertas reacciones contradictorias, pero es necesario visibilizar, especialmente dentro de la globalización en la que vivimos, lo chimbo es que precisamente, nos acostumbramos a esas imágenes. Saludos!

Este post tocó una fibra en mi. Curiosamente durante las protestas del año pasado me hice esa pregunta muchas veces. Sentía que tomar fotos de los demás sufriendo era hasta morboso (fue uno de los tantos pensamientos que pasaron por mi cabeza). Pero con el tiempo entendí que la fotografía puede ser un arma muy poderosa. Se convierte en un testigo que perdura en el tiempo. Pero así como decía el tío de Peter Parker "con gran poder viene gran responsabilidad". La foto puede ser interpretada de la manera incorrecta y eso puede ser peligroso. Creo que si tu intención es pura, así sea el sufrimiento el retratado, el resultado es otro. Fotografiar dolor es una manera de protesta si así lo buscas. Que hay gente morbosa que lo ve con otra intención, es algo que siempre va a escapar de tu manos. Hay cosas que no podemos cambiar. Pero lo que si puedes hacer, es hacerlo con la intención correcta, con amor y con pasión. Un abrazo! Te voy a seguir, tu post me encantó.

¡Una de las tantas preguntas y pensamientos! Así mismo, fue una época de constantes preguntas, sentimientos y contradicciones. Sin duda la fotografía es un arma muy poderosa, nada captura y registra las acciones en el tiempo como ella (incluso el video que se vale de fotogramas), y como haces referencia con ese dicho, es una gran responsabilidad y hay que aprender a lidiar con ello. Yo ya te seguía :) Me alegro te haya gustado el post, un abrazo!

Las protestas del 2017 y en general, cualquier hecho que contenga una historia que cause interés en determinada población siempre será objetivo de profesionales o entendidos en este tipo de oficio, llámese fotografía, periodismo etc.

En ese momento, muchos fotógrafos se aprovecharon de la situación para exponer sus cuentas en las redes sociales y otros que nisiquiera sabian como usar una cámara fotográfica, sacaron muchísimo provecho de esto.

La sociedad es muy difícil de comprender en esto pues a todos nos inculcan que debemos ser moralistas pero al crecer nos damos cuenta que todo se trata de quien se aproveche primero o explote una situación determinada.

Hya que tener cuidado en lo que queremos transmitir y los canales que usaos para lograrlo. Muchos artistas se aprovechan de esto para surgir y en lo que no estoy de acuerdo es en que sean ajenos a la situación que están inmortalizando. Siempre existe una forma de ayudar a los demás :)

Esa es una de las cuestiones con este ámbito fotográfico (y en tantos otros aspectos de la vida) ¿ayudar o sacar provecho? Yo no quería plantearlo pensando si es bueno o malo, sino el por qué se hace. Así es, al transmitir estas imágenes se debe ser cuidadoso, son personas que sienten y tienen familiares y seres queridos que también sienten, no se puede fotografiar sólo considerando el resultado como mercancia. Saludos! Gracias por comentar.

Excelente reflexión @sophiakovalski ...La verdad pienso que nuestros motivos al fotografiar deben reflejarse en la clase de fotografías que hacemos y en lo que escogemos como centro de ellas. Antes de fotografiar eventos de este tipo debemos preguntarnos ¿Qué quiero lograr con ello? Lamentablemente el hecho de que la tecnología haga que la fotografía pueda estar en manos de cualquiera que tenga un celular con cámara poco nos asegura que todas las fotos que se harán serán prudentes
Admiré a los fotógrafos que arriesgaron sus vidas con el fin de documentar lo que pasaba y darlo a conocer, ya que es una realidad que se estaba vivendo en el país y debía hacerse pública para que se viera la situación grave en la que nos encontrábamos. Como dicen por allí -y sin ánimos de malinterpretar la frase- una imagen vale más que mil palabras por lo tanto la importancia de la fotografía para concientizar y para documentar es indiscutiblemente grande. El problema reside en cómo usamos ese instrumento (la cámara) y ese arte (la fotografía). La fotografía, al ser un arte que retrata realidades, merece que la manejemos con cuidado y respetando a los demás.
El Amarillismo es algo con lo que estoy en total desacuerdo, y el usar la fotografía para trading, o sólo para llamar la atención sobre algo, aparte de ser super vacío, falta el respeto de los demás. Volviendo al ejemplo de las protestas del 2017, hacer publicación de ese tipo de contenido vacío considero que falta mucho el respeto de la causa por la que se hacían las protestas. Falta el respeto de las personas que murieron allí por una causa mientras que personas vacías sólo se encargaban de fotografiar y subir al instagram.
En fin, considero que el propósito que tenemos al fotografiar nos define como personas e incluso mide nuestro respeto a los demás y al arte.
Un abrazo Sophi!! Muy interesante tu reflexión

Exactamente, y quizá la respuesta al por qué querer fotografiar algo no sea reapondida fácilmente, pero considero que es bueno auto-cuestionarse, tratar de entender por qué hacemos las cosas. ¡De acuerdo contigo! Una cosa es documentar y visibilizar y otra, ser amarillista, lamentablemente muchos cayeron en eso, involucrando imágenes de personas que sufrieron, y dejándolas para el recuerdo de los seres quienes más los querían.
Y así mismo, el respeto por el otro comienza donde termina el mío. Un abrazo, Milalvis! ¡Gracias por comentar!

Hola Sophia, bueno realmente yo fui uno de esos fotógrafos que salio en el 2017 y lo hice por la necesidad de saber que estaba pasando y más allá de eso porque si no tiraba fotos tiraba piedras. Yo como fotógrafo documentalista (de conciertos) hice algo que nunca había hecho, tomar fotos de un conflicto el cual me sentía afectado, pero nunca lo hice para los demás, siempre fue por mi y aunque sigo publicando cosas aquí en steemit son con otro enfoque.

Yo pienso que fotografiar la catástrofe está bien, pero no desde el lado morboso de la noticia, si no desde ese lado informativo. No buscar generar polémica, más bien la solución a esos problemas y una foto puede cambiar las cosas.

Si hay gente que lo hace por la fama, pero creo que hay gente muy seria como Leo Alvarez haciendo grandes cosas desde el documentalismo.

El tema está en acercarse; después que tomas la foto del problema bajar la cabeza y preguntar que está pasando para poder llevar la noticia completa como es.

Sí! He visto algunas de tus fotos por acá. Qué drástico pasar de documentar conciertos a protestas según las circunstancias de la vida.
Es muy bueno estar consciente del poder de la fotografía en estas situaciones, más allá de mostrar, es visibilizar, conscientizar. El trabajo de Leo es increíble.
Eso mismo es, a veces con el documentalismo y fotoperiodismo se puede caer en sólo tomar las fotos y ya, pero creo que como humano, se puede ayudar en la manera que se pueda antes, durante o después de la toma fotográfica, las personas luego ven una captura, un encuadre, pero se puede hacer más que ello, por lo menos preguntar y tratar de entender a esas personas. Gracias por comentar, Julio!

No puedo organizar mis ideas, Sophi. De verdad me cuesta responder algo, especialmente por los comentarios que he leído en este post. No los he leído todos y algunos lo he olvidado un poco. Cuesta un poco distanciarse del ejemplo que diste, aparentemente, entonces se habla de las protestas de Venezuela y no del niño colgado de la pesa... Tal vez la realidad dolorosa y abismal la tenemos tan cerquita que no se nos permite reflexionar sobre temas igual de dolorosos o abismales.

Mi dolor vale más, mi opinión igual

Este es un comentario bastante pesimista y hasta molesto, pero es lo que puedo decir por ahora.

Post votado por el proyecto Celfmagazine y CAH. Buen trabajo.

¡Gracias por el apoyo! Saludos.