Primero, ¡muchas gracias por tomarte el tiempo de escribir una respuesta tan larga! Lo aprecio mucho.
Así como muchos fotográfos, cineastas y artistas decidieron hacer algo al respecto como manera de involucrarse, drenar, apoyar, otros lo vieron como una oportunidad para auto-promocionarse, y eso no cambia mi admiración por quienes salieron a fotografiar y registrar todo eso, pero reforzó la visión de la viveza, del aprovechamiento de las situaciones, así los demás estén sufriendo.
A mi también me pasó eso, a veces utilizaba Instagram para saber qué estaba pasando o había pasado, pero llegó un punto en el que era asfixiante, todo lo que vivíamos -y vivimos- lo era, y conseguirse un montón de imágenes, muchas con ganas de informar, muchas con ganas de ganar fama y sin contextualizar, generando más tensión, sin contar los comentarios de todo tipo que uno veía -y ve.
Yo también he querido, y quisiera hacerlo en algún momento de mi vida, pero no sólo fotografiar, sino hablar con esas personas, poder contextualizar sus realidades y mostrarlas, precisamente por lo que dices, no sé cómo se deben sentir, y debe ser horrible que alguien venga y te fotografíe como si fueras un objeto, un material en exhibición. Podrá verse muy audaz cuando se ve la fotografía, pero ¿cómo se sentiría uno de ser el exhibido?