Pero es sólo por poco tiempo: el reloj corre y enseguida, cuando los madrileños despiertan, el hechizo se deshace y se vuelve a convertir en un hormiguero de tráfico y gente, que después de todo, también tiene su belleza, sobre todo para los que ya estamos acostumbrados. Muchas gracias por el comentario, @talentclub.
Pero es sólo por poco tiempo: el reloj corre y enseguida, cuando los madrileños despiertan, el hechizo se deshace y se vuelve a convertir en un hormiguero de tráfico y gente, que después de todo, también tiene su belleza, sobre todo para los que ya estamos acostumbrados. Muchas gracias por el comentario, @talentclub.