Nada como un manguito criollo, no era muy amante de comerlo con adobo, pero si con sal. Es de los pocos gustos que podemos darnos los venezolanos que salimos y que aun estamos en el trópico.
Nada como un manguito criollo, no era muy amante de comerlo con adobo, pero si con sal. Es de los pocos gustos que podemos darnos los venezolanos que salimos y que aun estamos en el trópico.
Es así, siempre tenemos nuestros privilegios por estas tierrras.