Imagen de mi autoría generada con AI Piclumen.comMartín llevaba cinco noches sin poder dormir. Siempre a la misma hora, el mismo sonido: un gemido profundo, vibrante, como si las paredes respiraran.
Al principio pensó que era alguna tubería vieja, tal vez el viento colándose por las rendijas. Pero el sonido no venía de fuera. Venía de dentro.
Intentó ignorarlo. Tapones en los oídos, música, dormir con la luz encendida. Nada. El gemido seguía ahí, cada noche, siempre a la misma hora.
Hasta que esa madrugada, harto, se levantó. El sonido no venía del pasillo ni de los vecinos.
Encendió la linterna del teléfono. El sonido vibraba en el aire, dentro de sus propios huesos.
Salió al pasillo. Oscuro. Silencioso.
El gemido seguía, inconfundible. Bajó las escaleras, revisó el vestíbulo, incluso asomó la cabeza al patio trasero. Nada. Pero el sonido persistía, guiándolo.
Hasta que, después de dar la vuelta al edificio… el sonido lo llevó de regreso a su puerta.
Tragó saliva. Abrió.
La habitación estaba en penumbras. Todo parecía en su lugar. Pero entonces lo vio.
Alguien estaba acostado en su cama.
Su corazón se aceleró. Un escalofrío le recorrió la espalda.
Quiso correr, pero algo dentro de él necesitaba saber.
Con manos temblorosas, agarró la sábana y la haló de un tirón.
¡Era él!
Su propio rostro, pálido y relajado, profundamente dormido con la boca entreabierta.
Martín no tuvo tiempo de reaccionar.
Su yo dormido gimió fuerte, fue un ronquido profundo y vibrante.
Y en ese instante, Martín desapareció.
Como si nunca hubiera estado ahí.
Unos minutos después, cuando volvió a quedarse dormido…
Todo volvió a empezar.
Muchas gracias por haber llegado hasta aquí.
El que me hayas leído significa mucho para mí y espero de corazón que hayas disfrutado cada palabra.
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🇬🇧 English Version
Image of my own, generated with AI by Piclumen.comMartín hadn't been able to sleep for five nights. Always at the same time, the same sound: a deep, vibrating groan, as if the walls were breathing. At first, he thought it was some old pipe, maybe the wind seeping through the cracks. But the sound wasn't coming from outside. It was coming from inside. He tried to ignore it. Earplugs, music, sleeping with the light on. Nothing. The groaning was still there, every night, always at the same time. Until that early morning, fed up, he got up. The sound wasn't coming from the hallway or the neighbors. He turned on the phone's flashlight. The sound vibrated in the air, inside his very bones. He went out into the hallway. Dark. Silent. The moaning continued, unmistakable. He went down the stairs, checked the foyer, even peeked his head out into the backyard. Nothing. But the sound persisted, guiding him. Until, after circling the building… the sound led him back to his door. He swallowed. He opened it. The room was dark. Everything seemed in place. But then he saw it. Someone was lying in his bed. His heart raced. A chill ran down his spine. He wanted to run, but something inside him needed to know. With trembling hands, he grabbed the sheet and yanked it open. It was him! His own face, pale and relaxed, fast asleep with his mouth half-open. Martín didn't have time to react. His sleeping self groaned loudly, a deep, vibrant snore. And in that instant, Martín disappeared. As if he'd never been there. A few minutes later, when he fell asleep again... It all started again. Thank you so much for making it this far. The fact that you've read this means a lot to me, and I sincerely hope you enjoyed every word. If you'd like to contribute to this content, I invite: @silveiragca82 @ungrancuento @alicia2022
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