Mariquita de Dios, cuéntame los dedos y echa a volar
Aunque no es una mariquita, algo se le parece este animalito al de rojo con lunares negros, que cuando niño, al encontrarlo en el campo, tomábamos en la mano, para hacerlo caminar por el borde de todos los dedos e indefectiblemente, al llegar al último, salía volando.
Nada es igual, todo cambia.
Así debe ser,
girar sin parar.
Como las estaciones,
vienen y van
frías, fogosas, tristes, alegres
cumplen el ciclo tres meses
y se van.
Una nevada en primavera
no es nada.
La tormenta del verano
algo de agua.
Solo los cambios son seguros
aun si los evitamos con apuros.
Vienen
y nada, ni nadie los puede evitar.
Prefiero la palabra Hivenauta(s) a hiver(s), sin entrar a considerar cuál sea la correcta o si hay una más apropiada que la otra, simplemente la primera me coloca más en contexto, al asociarla con astronautas o argonautas.
Quedaría por definir, si Hive es un astro, un universo o una nave.
De momento, un acuario aspirando a convertirse en océano, donde conviven cardúmenes de pececitos, delfines y ballenas, construyendo bloques de colmena, cuál abejas en panales de cera y miel.
Eso es, ya van 4 ❤️ nos vamos poniendo al día 😁