Sus ojos en el fondo de sus cuencas
en una bata negra parcialmente desgastada
me mira fijamente con su incensante rezo,
mientras que en un bostezo
despide la primera carcajada.
Yo no la vi venir,
de pronto aquí a mi lado
sujeta con gran fuerza
mi cuello tan helado
que siento que se quiebra
mientras desesperado,
trato de liberarme
en vano, no he escapado...
Poesía y fotografía
@ saulos
Muy buen escrito, saludos!
Gracias, saludos