Esta mañana amanecí con mucho frío. El celular marcaba 7 grados, pero yo sentía más frío que eso. Además el pronóstico decía que iba a subir hasta los 30 grados, aún así decidí llevarme una chaqueta gruesa. Estaba a punto de irme a trabajar cuando decidí darle un retoque rápido al pájaro papada. Un poco de naranja y verde por acá para luego dejar que se cara. Ya seguiré con esto. Por lo pronto hay que ir a trabajar.
Como les había comentado, la parada del camión está como a un kilómetro y medio de la casa, por lo que tuve tiempo de reflexionar. No me gusta perder el tiempo, aprovecho cada momento para imaginar las historias que lo voy a escribir, pero en esta ocasión Pues sí tan solo al mirar el paisaje, unos cuantos perros muertos de frío por aquí y la soledad de la calle por todas partes. Unas cuantas cuadras que se desvanecen para finalmente llegar a tomar el camión, lo demás es historia, ya saben, irme dormido todo el trayecto para luego ir por un café, más o menos así son las mañanas de un pequeño delfín en potencia.
En cuanto al pájaro, en la noche lo seguiré pintando, tal vez.
Redacción y pintura